Hambre y saciedad

A menudo nos cuesta distinguir las señales de hambre y saciedad, generalmente por una falta de conexión y escucha con nuestro cuerpo.

Podemos pasar horas sin comer nada en absoluto porque estamos inmersos en alguna actividad, o por el contrario podemos pasar horas de continuo picoteo. En ambos casos suele haber una desconexión corporal.

Nuestro cuerpo es muy sabio y si aprendemos a escucharle sabremos cuando necesita comida o cuando necesita parar de comer, pero como todo, este aprendizaje conlleva tiempo y a veces necesitamos ir de la mano de un profesional que nos acompañe.

Saber identificar las señales que nos manda nuestro cuerpo no es tan fácil, y además en cada persona ocurre de una manera. Por ejemplo, tener hambre fisiológica suele manifestarse con sensación de estómago vacío, rugido de tripas o dolor en el estómago. Pero hay muchas personas que tienen otro tipo de avisos como dolor de cabeza, cansancio, o cambio de humor, entre otros. Pueden ser señales físicas y/o psicológicas.

Con la sensación de saciedad también ocurre una falta de identificación de señales corporales. A veces es simplemente porque comemos muy rápido y a nuestro cerebro aún no le ha llegado la señal de que no es necesario seguir comiendo. Otras porque comemos sin ser conscientes, como apuntaba antes con esa desconexión corporal. O también porque está teniendo lugar un comer emocional y la comida cumple otra función, como la de vía de escape a emociones.

Escuchar nuestro cuerpo requiere paciencia y prestarle atención en el día a día, para irlo conociendo poco a poco y ver qué señales son las que nos envía.

Otro aspecto a tener en cuenta es la tolerancia que tengamos a esa sensación de hambre o de saciedad. Ya que hay personas que no soportan, por ejemplo, la sensación de hambre fisiológica y cuando ocurre les genera gran ansiedad. O no toleran la sensación de saciedad, y después de comer se sienten culpables.

Entender que es normal llegar a la comida con un nivel moderado de hambre y acabar la misma con un nivel moderado de saciedad es normal y saludable. Si hubiera varios niveles de hambre y saciedad, donde el 0 sería estómago totalmente vacío y 5 estómago totalmente lleno, entre el 1 y el 4 estaríamos hablando de sensaciones normales. Llegar al 0 o al 5 no se recomienda porque estamos hablando de extremos que pueden generarnos inestabilidad en la salud, sobre todo si se hace habitualmente, sabiendo que hay en ocasiones puntuales que esto se puede dar (ejemplo un cumpleaños) y no pasa nada.

En conclusión, cuidemos más de nuestro cuerpo, parando a escucharle, y practicando la alimentación consciente. Siempre recordando el papel de placer que cumple la comida para todos nosotros.

Os dejo un link que trata sobre la saciedad:

¿SABES CUÁNDO PARAR DE COMER? – Lidia Folgar