
La nutrición que tengamos en el embarazo es importante porque nos ayuda a disminuir la posible sintomatología que surja en alguno de los trimestres. Como por ejemplo las náuseas, ardores o estreñimiento, entre otros.
También es crucial para asegurarnos un buen aporte de energía y nutrientes. Ya que los requerimientos van a aumentar con la evolución del embarazo y dependiendo de cada mujer. Conocer qué nutrientes van a cobrar especial importancia hará que nuestra alimentación sea más completa, y disminuirá la aparición de déficits nutricionales.
Por otro lado, recibir educación nutricional nos ayudará a gestionar mejor nuestras decisiones alimentarias. Durante el embarazo es habitual que aparezcan mayores apetencias por determinados alimentos y/o que debido a los cambios hormonales se busque más la comida como vía de escape. Tener recursos para estos momentos será determinante.
En consulta, a menudo me encuentro muchas dietas o pautas alimentarias para embarazadas que están desactualizadas, siendo estas muy estrictas. Es importante saber que, aunque se partiera de un sobrepeso inicial, está contraindicado hacer una dieta para perder peso en este momento. Lo que sí está indicado es adaptar la alimentación a las necesidades, gustos y situación de cada mujer, siendo esta flexible y equilibrada.
Incluso ante una diabetes gestacional tampoco se debe hacer una dieta con muchas restricciones. A parte de la reducción de los azúcares simples, que, aunque no se tuviera diabetes habría que hacer igualmente.
Es habitual que a la mujer embarazada se le presione mucho con el peso. Cuando en verdad lo que verdaderamente nos da información valiosa es la sensación física de la propia mujer, las pruebas médicas (analítica de sangre, ecografías, etc) y la alimentación que está llevando. Porque si nos centramos en el peso solo conseguiremos que la mujer se sienta con más ansiedad, obsesión y mala relación con la comida.
Por último, añadir que uno de los mitos más famosos en relación a la nutrición en el embarazo, el de que hay que comer por dos, no se corresponde con la realidad en absoluto. Cada mujer es diferente y cada momento del embarazo también, por lo que escuchar nuestra hambre-saciedad será lo más adecuado.
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